
Aunque la normativa busca erradicar la evasión de impuestos y la mercancía pirata, impone mayores responsabilidades con multas millonarias.Cancún, 3 de diciembre.- El sector empresarial de Quintana Roo ha manifestado su preocupación ante la inminente entrada en vigor, el 1 de enero de 2026, de una significativa reforma a la Ley Aduanera.Sergio León Cervantes, presidente de Empresarios por Quintana Roo, calificó los cambios como «muy importantes», pero señaló que generan incertidumbre, especialmente en el rubro de las patentes aduanales.El principal punto de inquietud radica en la modificación de las patentes aduanales, que históricamente eran vitalicias y ahora tendrán una vigencia de 10 años, con posibilidad de renovar por un período igual. Sin embargo, el aspecto más delicado es la revisión obligatoria cada dos años.León Cervantes advirtió que la inversión para establecer una agencia aduanal es considerable, ascendiendo a no menos de 15 a 20 millones de pesos destinados a recursos humanos, equipo, software y capacitación. Ante una revisión bienal, la posibilidad de cometer un error humano y la consecuente pérdida o suspensión de la patente aduanal resulta alarmante.«Al final son costosos (los procedimientos de recuperación de patente), mientras no puedes operar, se llama suspensión aduanal y bueno, la realidad es de que esto, pues al final significa costos, significa mermas y genera incertidumbre,» puntualizó el líder empresarial, al referirse al que considera el punto «delicado y medular» de la reforma.La nueva ley introduce mayores responsabilidades para todos los actores de la cadena logística: agentes aduanales, transportistas, operadores y, de manera crucial, para importadores y exportadores.“El objetivo principal de estos cambios es evitar la evasión de impuestos y la entrada de mercancía pirata al país”, señaló en entrevista con Radio Fórmula.Entre las nuevas obligaciones se encuentran: Contar con contratos sólidos, documentar correctamente los valores de las facturas y comprobantes de pago, presentar certificados y documentos de origen de los productos, y realizar la transmisión de datos de las mercancías despachadas hacia las autoridades aduaneras, una responsabilidad que antes no era tan estricta para importadores y exportadores.Si bien la reforma obligará a una mayor profesionalización y control, también implica costos más altos y consecuencias severas para el incumplimiento. Las multas estipuladas varían significativamente, pudiendo ir desde los 5,000 pesos hasta los 4.5 millones de pesos.El Impuesto de Importación, un pilar fiscalEl dirigente destacó la importancia del impuesto a la importación, al que calificó como «el más noble» fiscalmente, pues se paga por adelantado y garantiza ingresos directos a las arcas del país, independientemente del destino final de la mercancía.Para mitigar los efectos de la reforma, el gremio empresarial está promoviendo la capacitación.«Va a ser un tema de documentación. O sea, que tengamos la documentación que debemos de tener, ya no se van a permitir las faltas de documentos,» advirtió León Cervantes, señalando que los importadores deben asegurarse de que sus vendedores extranjeros cumplan con toda la normatividad exigida por México en cuanto a valores, descripciones y datos fiscales.Finalmente, la reforma impactará de manera significativa la importación de paquetería y compras en línea a través de plataformas como MercadoLibre y AliExpress. Las reglas para importar han cambiado, volviéndose más estrictas en número de productos y valor aduana.El resultado es que las empresas de paquetería están concentrando sus operaciones en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), lo que ya está generando demoras y mayores costos.El experto advirtió que «hoy de cada 10 paquetes sólo dos llegan a pasar por estas restricciones», por lo que los consumidores verán tiempos de entrega más largos y costos más elevados a partir de enero.



