Cancún, 09 de marzo.- Oculta por siglos entre la espesa selva maya, la ciudad de Ichkabal emerge como un testimonio imponente de la grandeza de la civilización maya. Esta joya arqueológica, más antigua que Chichén Itzá, abre sus puertas a los viajeros que buscan una conexión profunda con la historia, la naturaleza y el misticismo de una de las culturas más enigmáticas del mundo.Al recorrer sus senderos, algunos turistas han tenido la fortuna de avistar panteras, zorros y liebres, mientras que otros se han encontrado con monos y tucanes que danzan entre las ramas.
La experiencia en Ichkabal es mucho más que una simple visita turística; es un viaje a través del tiempo, una reconexión con la naturaleza y un encuentro con la esencia espiritual de la cultura maya.
Por el momento, el acceso a esta maravilla arqueológica es gratuito para nacionales y extranjeros, una oportunidad única para explorar una de las ciudades más antiguas de Mesoamérica antes de que se convierta en uno de los destinos más codiciados de la región.
Si buscas aventura, historia y un contacto genuino con la naturaleza, Ichkabal te espera con los secretos de una civilización perdida, listas para ser descubiertas bajo la sombra de la selva sagrada.
