
Cancún, 4 de julio.- La industria restaurantera en Quintana Roo atraviesa uno de sus momentos más complejos en años recientes, con una caída de hasta 15% en ventas en lo que va de 2025 y con nuevas reformas laborales en el horizonte que podrían agravar aún más la situación, advirtió Julio Villarreal Zapata, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera de Alimentos y Condimentados (Canirac) en el estado.El líder empresarial explicó que la propuesta para reducir la jornada laboral a 40 horas semanales, que será discutida este 7 de julio en foros nacionales, es un riesgo serio para la sostenibilidad de miles de micro, pequeñas y medianas empresas, que constituyen más del 80% del sector restaurantero en México.“No estamos en contra de las mejoras para los colaboradores, pero sí pedimos que las reformas no se apliquen de forma desarticulada, porque eso puede colapsar la fuente de empleo. No puedes cargar tanto a una mula, porque deja de caminar”, sentenció Villarreal.Entre los principales argumentos del sector está el hecho de que la reducción de jornada implicaría contratar más personal o pagar horas extras, lo cual encarecería la operación sin mejorar necesariamente la productividad.“Nos obligaría a subir precios, y eso se traduce en menor consumo. Si ya estamos enfrentando un año difícil, con un crecimiento nacional apenas del 1% y en Quintana Roo un decrecimiento de hasta 15%, estas medidas agravan aún más la situación”, señaló.Además, recordó que la industria ya ha absorbido recientemente otras reformas, como el aumento del salario mínimo, más días de vacaciones y mayores cargas fiscales y administrativas, lo que presiona de manera significativa la viabilidad de muchos negocios.Otro punto de preocupación es el nuevo marco regulatorio para repartidores de plataformas digitales, que también impactaría indirectamente a los restaurantes. Aunque Villarreal reconoció el papel clave que estas aplicaciones jugaron durante la pandemia, advirtió que los nuevos costos sociales y fiscales serán trasladados a los restaurantes y, eventualmente, al consumidor.“El incremento de comisiones que pagamos a las plataformas por la inscripción de repartidores hará que subamos precios, y eso va a provocar que la gente deje de pedir comida a domicilio. Es una cadena: subes precios, baja el consumo y se frena la actividad económica”, explicó en entrevista con el SQCS.De cara a la temporada vacacional de verano, el sector mantiene expectativas moderadas. Aunque la Secretaría de Turismo estatal anticipa una ocupación hotelera promedio del 90%, la recuperación sigue siendo frágil.“En Semana Santa no tuvimos la temporada alta esperada. Esperamos que en este verano tengamos una mejor afluencia, pero dependemos mucho del comportamiento del mercado estadounidense, que también enfrenta incertidumbre por temas políticos internos”, apuntó Villarreal en referencia a la coyuntura electoral y económica en Estados Unidos.De cara a la discusión del próximo 7 de julio, la CANIRAC plantea que si se desea equiparar el salario mexicano con el de Estados Unidos, debe hacerse una reforma laboral de fondo, no sólo una reducción de jornada.Entre las propuestas del gremio están implementar el pago por hora, como en EU, para mejorar la productividad real, flexibilizar la Ley Federal del Trabajo, que actualmente consideran desequilibrada en perjuicio del empleador, capacitación continua y generación de sentido de pertenencia para fortalecer la permanencia del talento en las empresas.Finalmente, hizo un llamado directo a la población para apoyar a los restaurantes locales, que generan miles de empleos directos e indirectos en el estado